viernes, 24 de febrero de 2012

I Domingo de Cuaresma


 
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS 1, 12- 15

El Espíritú empujó a Jesús al desierto. Se quedó en el desierto cuarenta días, dejándose tentar por Satanás; vivía entre alimañas, y los ángeles le servían.
Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el evangelio de Dios.
Decía: se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el evangelio.
Palabra de Dios.

sábado, 18 de febrero de 2012

VII Domingo del tiempo ordinario


Lectura del santo Evangelio según san Marcos (2, 1-12)
Cuando Jesús volvió a Cafarnaúm, corrió la voz de que estaba en casa, y muy pronto se aglomeró tanta gente, que ya no había sitio frente a la puerta. Mientras él enseñaba su doctrina, le quisieron presentar a un paralítico, que iban cargando entre cuatro.
Pero como no podían acercarse a Jesús por la cantidad de gente, quitaron parte del techo, encima de donde estaba Jesús, y por el agujero bajaron al enfermo en una camilla.
Viendo Jesús la fe de aquellos hombres, le dijo al paralítico: “Hijo, tus pecados te quedan perdonados”. Algunos escribas que estaban ahí sentados comenzaron a pensar: “¿Por qué habla ése así? Eso es una blasfemia. ¿Quién puede perdonar los pecados sino sólo Dios?”
Conociendo Jesús lo que estaban pensando, les dijo:
“¿Por qué piensan así? ¿Qué es más fácil, decirle al paralítico: ‘Tus pecados te son perdonados’ o decirle: ‘Levántate, recoge tu camilla y vete a tu casa?’ Pues para que sepan que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar los pecados —le dijo al paralítico—: Yo te lo mando: levántate, recoge tu camilla y vete a tu casa”.
El hombre se levantó inmediatamente, recogió su camilla y salió de allí a la vista de todos, que se quedaron atónitos y daban gloria a Dios, diciendo: “¡Nunca habíamos visto cosa igual!”

Palabra del Señor.

Resumen mensaje Cuaresma 2012


Próxima ya el inicio de la Cuaresma y con el miércoles de Ceniza ya a la vuelta de la esquina os dejo un resumen del mensaje para la cuaresma 2012 de Benedicto XVI. Está sacado de http://prelaturacaraveli.blogspot.com y el mensaje completo, como es normal, lo podéis leer en http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/messages/lent/documents/hf_ben-xvi_mes_20111103_lent-2012_sp.html

MARTES 7 DE FEBRERO DE 2012

Cuaresma 2012: Mensaje de BXVI [Resumen]

07-02-2012 Radio Vaticana
(RV).- Esta mañana a las 11,30 se he publicado en la Sala de Prensa de la Santa Sede el Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI para la Cuaresma de este año, bajo el tema: “Prestemos atención los unos a los otrospara estímulo de la caridad y las obras buenas”.Intervinieron en la presentación el Cardenal Robert Sarah, Presidente del Consejo pontificio “Cor Unum”, con Monseñor Giampietro Dal Toso y Monseñor Segundo Tejado Muñoz, respectivamente secretario y subsecretario del mencionado dicasterio.
En su mensaje, firmado en la Ciudad del Vaticano el 3 de noviembre del año pasado el Papa comienza explicando que “la Cuaresma nos ofrece una vez más la oportunidad de reflexionar sobre el corazón de la vida cristiana”, a saber: la caridad. Y agrega que “este es un tiempo propicio para que, con la ayuda de la Palabra de Dios y de los Sacramentos, renovemos nuestro camino de fe, tanto personal como comunitario”,puesto que se trata de “un itinerario marcado por la oración y el compartir, por el silencio y el ayuno, en espera de vivir la alegría pascual”.
El Santo Padre propone algunas reflexiones a la luz de un breve texto bíblico tomado de la Carta a los Hebreos: “Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras” (10, 24). Y explica que el fruto de acoger a Cristo es una vida que se despliega según las tres virtudes teologales: se trata de acercarse al Señor “con corazón sincero y llenos de fe” (v. 22), de mantenernos firmes “en la esperanza que profesamos” (v. 23), con una atención constante para realizar junto con los hermanos “la caridad y las buenas obras” (v. 24). Mientras recuerda que para sostener esta conducta evangélica es importante participar en los encuentros litúrgicos y de oración de la comunidad, mirando a la meta escatológica: la comunión plena en Dios (v. 25).
En el primer punto subtitulado “Fijémonos”: la responsabilidad para con el hermano; Benedicto XVI afirma que también hoy resuena con fuerza la voz del Señor que nos llama a cada uno de nosotros a hacernos cargo del otro. Hoy Dios nos sigue pidiendo que seamos “guardianes” de nuestros hermanos (cf. Gn 4, 9), que entablemos relaciones caracterizadas por el cuidado recíproco, por la atención al bien del otro y a todo su bien. Porque “el gran mandamiento del amor al prójimo exige y urge a tomar conciencia de que tenemos una responsabilidad respecto a quien, como yo, es criatura e hijo de Dios: el hecho de ser hermanos en humanidad y, en muchos casos, también en la fe, debe llevarnos a ver en el otro a un verdadero alter ego, a quien el Señor ama infinitamente”.
La atención al otro conlleva desear el bien para él o para ella en todos los aspectos: físico, moral y espiritual”, escribe más adelante Benedicto XVI. Y señala más adelante que “la cultura contemporánea parece haber perdido el sentido del bien y del mal, por lo que es necesario reafirmar con fuerza que el bien existe y vence, porque Dios es ‘bueno y hace el bien’ (Sal 119,68). El bien es lo que suscita, protege y promueve la vida, la fraternidad y la comunión. La responsabilidad para con el prójimo significa, por tanto, querer y hacer el bien del otro, deseando que también él se abra a la lógica del bien; interesarse por el hermano significa abrir los ojos a sus necesidades”.
Tras plantear la pregunta de “¿qué es lo que impide esta mirada humana y amorosa hacia el hermano?”, el Papa escribe que “con frecuencia son la riqueza material y la saciedad, pero también el anteponer los propios intereses y las propias preocupaciones a todo lo demás”. Mientras “nunca debemos ser incapaces de tener misericordia para con quien sufre; nuestras cosas y nuestros problemas nunca deben absorber nuestro corazón hasta el punto de hacernos sordos al grito del pobre”; porque “el encuentro con el otro y el hecho de abrir el corazón a su necesidad son ocasión de salvación y de bienaventuranza”.
En el tercer punto el Papa se refiere al estímulo de la caridad y las buenas obras, como camino hacia la santidad. Y recuerda que“lamentablemente, siempre está presente la tentación de la tibieza, de sofocar el Espíritu, de negarse a ‘comerciar con los talentos’ que se nos ha dado para nuestro bien y el de los demás (cf. Mt 25,25 ss). “Ante un mundo que exige de los cristianos un testimonio renovado de amor y fidelidad al Señor –concluye su Mensaje– todos han de sentir la urgencia de ponerse a competir en la caridad, en el servicio y en las buenas obras” (cf. Hb 6,10). Llamada que es especialmente intensa en el tiempo santo de preparación a la Pascua.
(María Fernanda Bernasconi – RV).

sábado, 11 de febrero de 2012

VI Domingo del tiempo ordinario


LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS 1, 40-45
En aquel tiempo se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas:
Si quieres, puedes limpiarme.
Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó diciendo:
Quiero: queda limpio
La lepra se le quitó inmediatamente y quedó limpio. Él le despidió encargándole severamente:
No se lo digas a nadie; pero para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés.
Pero cuando se fue, empezó a divulgar el hecho con grandes ponderaciones, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en descampado; y aún así acudían a él de todas partes.
Palabra del Señor.

viernes, 3 de febrero de 2012

V Domingo del tiempo ordinari


LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS 1, 29-39
En aquel tiempo, al salir Jesús de la Sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo dijeron. Jesús se acercó, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles.
Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y poseídos. La población entera se agolpaba a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó a muchos demonios; y como los demonios lo conocían no les permitía hablar.
Se levantó de madrugada, se marcho al descampado y allí se puso a orar. Simón y sus compañeros fueron y, al encontrarlo, le dijeron:
Todo el mundo te busca.
Él les respondió:
Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he venido.
Así recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando demonios.
Palabra del Señor.