sábado, 30 de abril de 2011

Liturgia. Canto de entrada

En la Introducción al Misal (IGMR) en su punto 25 se dice que el objeto del canto de entrada es el de: “abrir la celebración y fomentar la unión de quienes se han reunido”. Otra función que se indica en el mismo IGMR es la de “introducir en el misterio litúrgico, o fiesta, que se celebra”. Al iniciarse el canto, este debe de indicarnos el tiempo litúrgico en el que nos encontramos.

Atendiendo a lo indicado anteriormente, el canto de entrada debe de cumplir unas características tales como; un canto que tenga la duración justa para que no sea largo como para cansar y con la duración justa para que todos se sientan unidos a través de él; un canto sencillo que todos conozcan y que se pueda cantar sin miedo y con alegría; un canto acorde con el tiempo litúrgico en el que nos encontremos.

El canto de entrada es un canto que debe de ser cantado preferiblemente por toda la asamblea, no debe de ser exclusivo del coro. Debe de contar de estrofa y de estribillo para que asi sea cantado por el coro y la asamblea.
El canto de entrada debe de comenzar al comienzo de la solemne procesión de entrada si la hay o cuando el que preside haga su entrada a la asamblea. La finalización del canto de entrada sería recomendable que terminara cuando el celebrante llegara a la sede y también participara del canto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario